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domingo, 4 de febrero de 2018

La educación de los refugiados no puede esperar más.

LA EDUCACIÓN OFRECE A LOS NIÑOS REFUGIADOS UN ESPACIO SEGURO EN MEDIO DE LA CONMOCIÓN DEL DEL DESPLAZAMIENTO.

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De los 17,2 millones de personas que la oficina del ACNUR es responsable de proteger, más o menos la mitad tienen menos de 18 años de edad; es decir, toda una generación que corre el riesgo de quedarse no sólo sin infancia, sino también sin futuro.

La importancia de su educación es evidente. La niñez es el tiempo de aprender a leer, escribir, contar, preguntar, debatir y fijarse objetivos. Estas destrezas son especialmente importantes para quienes tendrán la responsabilidad de reconstruir sus países cuando regresen.

La tasa mundial de escolarización primaria es 91%, pero entre los niños refugiados se reduce a 61. En el caso de la escuela secundaria, la tasa para los adolescentes refugiados es 23% (contra 84% mundial). En cuanto a la post secundaria, cerca de un tercio de los jóvenes del mundo estudian una carrera universitaria; pero entre los refugiados es un mero 1%.


En 2016, políticos, diplomáticos, funcionarios y activistas de todo el mundo se reunieron en la ONU para trazar soluciones a los problemas de los desplazados. El resultado fue la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, firmada por 193 países, que destaca la educación como un elemento crucial de la respuesta internacional. Además, uno de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible  de la ONU es poner fin a la pobreza y promover la prosperidad de aquí a 2030.


La educación debe convertirse en parte integral de la respuesta de emergencia a cualquier crisis de refugiados, y hay que dar prioridad al aprendizaje en el aula para facilitar un ambiente seguro y estable para los más pequeños afectados. La educación es una necesidad básica para los refugiados, porque no solo imparte habilidades vitales, sino que también promueve la confianza, y ayuda a resolver las necesidades psicológicas y sociales de los niños afectados por conflictos. También es fundamental que los pequeños refugiados se integren a los sistemas educativos nacionales allí donde residen. Ellos, como todos los jóvenes del mundo, merecen una educación de calidad.


https://elpais.com/elpais/2017/10/20/planeta_futuro/1508507081_157491.html.



Miles de familias cuyos países están en guerra han tenido que abandonarlo todo, buscando un futuro mejor. Esto supone perder su casa, su trabajo...todo lo que nosotros poseemos aquí y no valoramos lo suficiente, ya que son considerados bienes de primera necesidad, a los que toda persona humana tiene derecho
Tal y como dijo un niño sirio de 13 años a un medio de comunicación europeo: "Ayuden a Siria, los sirios necesitan ayuda ahora. Tan solo paren la guerra y nosotros no queremos venir a Europa."
Necesitamos que se ponga fin a la guerra, que nuestros altos cargos empiecen a cumplir con lo que prometen y que empiecen a hacer medidas más humanas, pero que además se lleven a cabo. Necesitamos una solución efectiva y rápida, no podemos perder más tiempo, no se pueden perder más vidas.





Clara Pelayo Torices


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